Está muy cerca del Palacio Real y es junto a este uno de los enclaves más visitados de Madrid. Se empezó a construir desde 1983 pero hasta 1993 no fue inaugurada, cuando el Papa Juan Pablo II la consagró. El interior de la catedral destaca pos sus vidrieras y su distribución del espacio.
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También dispone de un museo donde se exponen obras religiosas dedicadas a los dos patrones de Madrid: la virgen de la Almudena y San Isidro. Esta entrada es combinada e incluye la subida a la cúpula de la catedral, aunque esto último no es muy espectacular. Los atardeceres desde cerca de la Catedral son muy bonitos y cada día reúne a decenas de madrileños y turistas, un buen lugar para hacer fotos de recuerdo.